La vida de José sin duda está llena de grandes lecciones. A continuación te comparto algunas de las que he aprendido.
Pruebas = Crecimiento
Lo tenía todo en casa, todo lo que siempre quiso. Incluso era el favorito de su padre. Un chico de papá, podríamos decir. Sin embargo, Dios tenía planes más grandes para él. Dios quería que José alcanzara lugares mucho más altos de lo que nunca imaginó. Pero primero, había un crecimiento importante que debía experimentar. En el caso de José, la mayor parte de ese crecimiento no ocurrió gradualmente, sino de la noche a la mañana, ¡porque así es la vida! A diferencia de la universidad, no recibes un plan de estudios cada semestre con fechas programadas para exámenes y trabajos. El cambio sucede inesperadamente, las pruebas y tribulaciones llegan sin previo aviso.
Busca la excelencia, siempre
Un día estás dando vueltas con tu colorida túnica elegante, al siguiente, te están vendiendo como esclavo en tierras extranjeras.
Cuando José puso un pie en Egipto, ganó el respeto de sus iguales y superiores debido a la excelencia que lo caracterizaba. No fue coincidencia que lo pusieran a cargo de la casa de Potifar. Más bien, fue su deseo de realizar sus tareas con diligencia, tomar en serio sus asignaciones, hacer todo bien y glorificar a Dios con su trabajo lo que lo llevó allí. Además de la mano de Dios, por supuesto.
Justo cuando las cosas empezaban a verse bien para José, lo acusaron de un crimen que no cometió y lo arrojaron a la cárcel. De vuelta al punto de partida. En este momento, José podría haber caído en la desesperación. Podría haber considerado que todo su trabajo arduo e integridad eran una pérdida de tiempo. En cambio, eligió aprender lo máximo de su situación y seguir esforzándose por la excelencia, sin importar el lugar ni las circunstancias.
A veces, Dios te saca de un buen lugar para ponerte en uno mejor, y a veces te saca de ese “mejor” para ponerte en uno aún mayor. Pero en medio de esas etapas, muchas veces experimentamos “reveses”. Y está bien, porque siempre habrá lecciones de vida en el camino. Esas lecciones, siempre serán una bendición disfrazada. Porque, por difícil que sea creerlo, especialmente cuando estás pasando por uno, ese contratiempo es una parada dolorosa pero necesaria antes de la próxima gran cosa que Dios tiene preparada para ti. Nadie dijo que el proceso de convertirte en la persona que Dios quiere que seas sería un proceso sin dolor; pero definitivamente vale la pena.
Cuando la tentación toque la puerta, ¡huye!
No importa cuán irresistible parezca la tentación, ¡huye! La tentación no siempre se presentará de la misma manera para todos, ¡porque todos tienen diferentes debilidades! Pero si hay algo que no debes hacer con la tentación, es quedarte y enfrentarla. Todos sabemos lo que sucede cuando haces eso, Génesis 3:2. Estamos todos aquí por eso. Desde una perspectiva mundana, la explícita invitación de la esposa de Potifar a José para que durmiera con ella no solo podría haber significado gratificación personal, sino también un “avance en su carrera”. Sin embargo, José sabía que cediendo a sus juegos no solo se contaminaría a sí mismo, sino que también traicionaría la confianza de su jefe y deshonraría a su Dios.
Entonces, cuando se trata de tentación, la decisión valiente siempre será alejarse de ella. ¡Incluso si significa correr medio desnudo!
El perdón = Grandeza
Imagina si la historia de José hubiera terminado vengándose de sus hermanos. Utilizando su poderosa posición como el segundo hombre más importante en la tierra de Egipto para hacerles pagar por el dolor que tuvo que pasar cuando era un adolescente siendo arrebatado de la casa de su padre. Definitivamente podría haberlo hecho. Pero no lo hizo. En cambio, eligió el perdón. Y eso es solo una pequeña evidencia de lo lejos que realmente había llegado José como persona.
Claro, en términos materiales, José había superado muchos obstáculos en los últimos 13 años. Pasó de ser un esclavo extranjero a un gobernador poderoso. Pero todo eso es secundario al punto real de la historia: un chico mimado que se convierte en un hombre de gran carácter y cumple el propósito de Dios para su vida.
La historia de José con sus grandes lecciones se encuentra en los capítulos 37-50 de Génesis.