“Los Caminos de la Vida” es el nombre de una canción que mis amigos y yo tenemos como una broma interna, pero la canción en realidad transmite un mensaje profundo.
Cuenta la historia de un hijo que le canta a su madre sobre cómo no sabía que la vida sería tan difícil y cómo ahora aprecia mucho más a su madre.
La canción se llama “Los Caminos de la Vida” porque no sabemos hacia dónde nos llevará la vida. Es por eso que necesitamos dejar que Dios nos guíe y tome el control de nuestra vida.
¿Alguna vez has sentido que cada plan que haces se desmorona? ¿Como si cada puerta que tocas o intentas abrir se cerrara y se sintiera como una bofetada en tu cara? Tal vez te sientes confundido y no sabes a dónde ir porque “todas las puertas se han cerrado”.
Quizás todo lo que deseas es un pequeño rayo de esperanza. Cualquier señal realmente, para que puedas tomar ese camino y comenzar un nuevo viaje.
Quizás te sientes estancado. Tal vez te sientes atrapado en un vacío oscuro. Probablemente estás pensando que nunca saldrás de eso. Y es por eso que estoy aquí para decirte que hay esperanza.
Puede que no sientas a Dios en algunos momentos, pero es en tus momentos más oscuros cuando más necesitas reclamar Sus promesas.
“Pues yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” -Jeremías 29:11
Cuando no tengas ganas de orar… ¡ora! Y cuando no tengas ganas de leer Su palabra… ¡léela!
Aunque no quieras orar, al orar estás enfrentándote a Dios en tus momentos más oscuros y, al hacerlo, obtendrás un sentido de claridad.
Es mejor estar con Dios que sin Él. Porque puedes compartir tus lágrimas con Él. Hoy solo quiero animarte a buscar a Jesús, incluso si no puedes sentirlo.
Él está ahí para ti.