“No quiero morir; ¡ayúdame!”. La anciana ocurrente y amigable con ojos redondos y mejillas regordetas que conocí ya no estaba. En su lugar estaba el frágil cascarón de una mujer que una vez estuvo llena de ánimo, acercándose rápidamente al inevitable final de su vida. Era mi primer año como enfermera, y trabajaba en un centro de atención especializada.
Cuando conocí a esta señora, a quien llamaremos Effie, era mi paciente en la sección de rehabilitación. Durante su estadía, le tomé mucho cariño. Más tarde, cuando la trasladaron al ala de cuidados a largo plazo, solía ir en su silla de ruedas hasta la sección de rehabilitación durante mi turno solo para saludarme. Cuando se debilitó demasiado para hacerlo, era yo quien la visitaba.
Un día, sucedió lo que más temía. La enfermera encargada de sus cuidados a largo plazo me aconsejó despedirme de Effie antes de irme a casa ese día, porque probablemente no estaría allí cuando regresara al día siguiente.
Así que, al finalizar mi turno, fui a verla. Le sonreí y puse mi mano en su hombro. Fue entonces cuando, con ojos cansados y vidriosos, me miró y pronunció esas cuatro palabras que rompieron mi corazón en mil pedazos: “No quiero morir; ¡ayúdame!”. Desde un plano médico, no quedaba nada más por hacer salvo mantenerla cómoda. Cuando regresé al día siguiente, ya había fallecido. Aún la recuerdo con cariño.
¿Por qué es tan difícil aceptar la muerte?
La muerte es un aspecto “natural” de la vida, o eso nos enseñan… pero, ¿es realmente natural?
Según Romanos 5:12 y Romanos 6:23, la muerte es una consecuencia directa del pecado en el mundo. Antes del pecado, estábamos destinados a vivir para siempre. Dado nuestro origen, es comprensible no estar de acuerdo con la idea de morir.
La verdad sobre la muerte
¿Quieres entender mejor lo que la Biblia dice sobre la muerte? Aquí hay cinco versículos bíblicos que me han ayudado a comprender mejor este tema:
¿Qué es la muerte? – Eclesiastés 12:7
¿A qué comparó Jesús la muerte? – Juan 11:11-13
¿Están conscientes los muertos? – Eclesiastés 9:5-6
¿Qué dice la Biblia sobre comunicarse con los muertos? – Deuteronomio 18:10-11
¿Cuál es el destino de los que mueren en Jesús? – 1 Tesalonicenses 4:13-16
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