Hace un par de meses decidí cultivar calabazas en casa. ¡Estaba muy emocionada cuando vi los primeros brotes salir de la tierra! Las plantas de calabaza estaban creciendo hermosamente y, según mis cálculos, no pasaría mucho tiempo antes de que las plantara en el patio trasero.
Sin embargo, un día ocurrió una tragedia. Esa mañana, al revisar las macetas en mi porche, descubrí que la mitad de las pequeñas plantas de calabaza habían sido misteriosamente decapitadas.
¿Había sido una iguana? ¿Hormigas rojas? ¿Mi perra?
No importaba mucho; ¡estaban muertas! ¿O tal vez no?
Comenzando de nuevo
Algo me dijo que dejara los pequeños tallos en su lugar para ver si ocurría un milagro. ¿Y adivina qué? ¡En las siguientes dos semanas, comenzaron a salir nuevas hojas!
A veces, como las calabazas, necesitamos comenzar de nuevo.
Y está bien. La vida no es un proceso lineal.
Encontrando alegría en cada temporada
Por si estás pasando por una etapa de transición o simplemente tienes que empezar de nuevo, quiero compartir algunos versículos bíblicos que me han ayudado cada vez que he tenido que volver a florecer.
Isaías 43:18-19
“Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados.”
¡La especialidad de Dios es abrir caminos donde parece que no los hay!
Lamentaciones 3:22-23
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.”
Cada nuevo comienzo es una oportunidad para presenciar el poder de Dios obrando en nuestra vida.
Salmo 37:23-24
“El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano.”
Aunque empezar de nuevo pueda parecer incierto, Dios guía tus pasos y te sostiene.
Jeremías 29:11
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”
Los planes de Dios son buenos y están llenos de esperanza para tu futuro.
Romanos 8:28
“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.”
Incluso el desafío de empezar de nuevo puede ser una bendición encubierta.
Por cierto, más tarde ese día, resolví el misterio de las calabazas decapitadas. ¡Fueron las hormigas rojas!