Ten virgins, three lessons Diez vírgenes, tres lecciones

Diez vírgenes, tres lecciones

La parábola de las diez vírgenes en Mateo 25 siempre ha sido una que me ha costado asimilar. De pequeña solía sentirme mal por las cinco vírgenes descuidadas (y en cierto grado, hasta me identificaba con ellas). Porque quedarse sin aceite en medio de la noche, lejos de casa… eso podría pasarle a cualquiera, ¿no?

A medida que he crecido, sin embargo, he llegado a entender que las cinco vírgenes insensatas tuvieron el mismo tiempo y oportunidades que las otras cinco, y que, en última instancia, fueron sus propias decisiones las que las llevaron al final que conocemos – Mateo 25:10.

¿A qué grupo quieres pertenecer?

Esta parábola representa a dos grupos al final de los tiempos: aquellos que estarán listos para encontrarse con Jesús y aquellos que no lo estarán. ¿En cuál grupo quieres ver a tus seres queridos? ¿En cuál grupo te ves a ti mismo?

Hoy quiero compartir contigo tres lecciones intemporales de la parábola de las diez vírgenes:

El tiempo para prepararse es ahora

Como cristiana de tercera generación, puedo decirte que he escuchado sobre la segunda venida de Jesús desde que tengo memoria; lo mismo escucharon mis padres y abuelos. Podríamos argumentar que tenemos mucho tiempo. Quiero decir, han pasado dos mil años y nada, ¿cierto? Pero, ¿de verdad lo tenemos? Tal como en la parábola de las diez vírgenes, no sabemos el día ni la hora en que Jesús volverá por nosotros – Mateo 24:36. Además, nada en esta vida está garantizado. Hoy estamos aquí, mañana quién sabe. No es una coincidencia que te hayas encontrado con esto hoy. ¡Por favor, no lo postergues más! ¡El momento de prepararse es ahora!

Nadie más puede prepararse por ti

De la parábola de las diez vírgenes aprendí que la salvación es un asunto individual con un proceso individual. Una relación personal con Jesús no puede construirse a través de un intermediario. ¿Estás teniendo un tiempo personal con Jesús hoy mediante el estudio de la Biblia y la oración? – Mateo 6:6, Marcos 6:31.

El conocimiento Bíblico sin el Espíritu Santo no te lleva a ninguna parte

En esta parábola, la lámpara representa la palabra de Dios y el aceite representa al Espíritu Santo. A simple vista, pareciera que las diez vírgenes insensatas hicieron todo bien. Se vistieron con atuendos festivos y llegaron a tiempo con sus lámparas encendidas. Sin embargo, les faltaba un elemento crucial: aceite extra para el tiempo de espera. ¿Cómo está el aceite en tu lámpara? ¿Está el Espíritu Santo guiando tu tiempo de estudio bíblico y oración? – Romanos 8:5.

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