Decir adiós nunca es fácil. Mi hermano mayor se estaba preparando para iniciar la universidad cuando yo tenía seis años. Durante un viaje familiar a la frontera entre Panamá y Costa Rica, mi papá trató de convencer a mi hermano de irse de inmediato y matricularse en la universidad de Costa Rica. Mi mamá y yo no estábamos de acuerdo con la idea. No estábamos listas para que él se mudara a otro país así, de repente. Después de unos buenos cinco minutos de tira y hala, empezamos a llorar desconsoladamente ella y yo. En resumen, él decidió quedarse en Panamá para la universidad. Pudimos disfrutar de su compañía en casa por un par de años más.
¿Puedes recordar un momento en el que te haya sido difícil decir adiós?
En Deuteronomio 32, encontramos a Moisés en la cima del monte Nebo, despidiéndose del sueño de toda su vida: entrar a la tierra prometida. Su vida, podríamos decir, está llena de despedidas. De joven, se despidió de su madre; luego, como adulto, se despidió del palacio y de la idea de liberar a su pueblo a través de su educación militar y posición privilegiada. Más tarde, dejó atrás su tranquila vida como pastor para responder al llamado de Dios. Hacia el final de su vida, se despidió de la Tierra Prometida sin siquiera tener la oportunidad de decirle hola. ¡Pasó toda su vida soltando! Su recompensa al final, sin embargo fue grande. Lucas 9:28-36
En tu caminar con Dios, también encontrarás momentos en los que tendrás que decirle adiós a cosas, lugares, situaciones e incluso personas. Las razones no siempre tendrán sentido, pero eventualmente verás cómo todas las piezas encajan.
En mi experiencia, a veces me ha llevado años entender una despedida; pero con el tiempo me he dado cuenta de que Dios ha estado allí en cada apertura y cierre de capítulo.
Nos estamos preparando para despedirnos del 2024, y quiero invitarte a reflexionar sobre los momentos en los que has tenido que soltar, no solo durante este año, sino a lo largo de tu vida. ¿Puedes pensar en alguna despedida por la que estés agradecida o agradecido?
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz, ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.”
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