La semana pasada salí a correr. Me encanta salir a correr antes del amanecer porque así siento que disfruto de un momento especial con Dios. Hay veces en las que puedo sentir cómo me habla el Señor a través de la naturaleza, y ese día no fue la excepción.
Mientras corría, noté una bandada de pájaros que reposaba sobre los cables de electricidad, y me detuve a observarlos. Al contemplarlos, me preguntaba cómo sería si nuestra vida fuera tan libre de estrés como la de ellos.
En ese momento el Señor respondió mi pregunta.
Verás, un pájaro tiene la tarea de buscar su alimento cada día. Sin embargo, ese pájaro, también tiene la opción de quedarse en su nido en vez de salir a buscar comida.
Cuando el pájaro sale en busca de comida, el pájaro provee a su familia, y a sí mismo con los nutrientes necesarios para mantenerse con fuerza y energía para enfrentar el siguiente día. Sin embargo, si el pájaro decidiese no salir en busca de comida, tanto el pájaro como su familia inevitablemente morirían de hambre.
Dios también nos ha dado dos opciones. Somos libres de elegir una vida de preocupación, o una vida de confianza en Él.
Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; ¡o en este desierto ojalá muriéramos!
Números 14:2 RVR 1960
¿Te suenan familiar estas palabras? Así como los Israelitas, puedes elegir preocuparte, quejarte de tus problemas, e incluso culpar a Dios por ellos. Sin embargo, no solo es esta una actitud que destruirá tu salud, sino que también destruirá a aquellos que te rodean.
Cuando elegimos actuar de esta manera, todo lo que hacemos es desperdiciar precioso tiempo que podría ser mejor empleado amenamente conviviendo con familiares y amigos.
¿O qué tal si en vez de preocparte, eliges confiar?
Puedes colocar en las manos del Señor toda preocupación, sabiendo que Él proveerá en el momento adecuado. Puedes estar confiados en el hecho de que aun cuando se te cierra una puerta en la cara, el Señor abrirá otra para ti.
Al adoptar esta actitud, comenzarás a disfrutar de tu vida al máximo, porque pase lo que pase, estarás confiado en que Dios lo tiene todo bajo control.
Todos tenemos el poder de elegir. ¿Y tú, qué elegirás hoy?