Esta es una historia sobre un ángel sobre ruedas. Era el año 1978 y Nicaragua estaba sumergida en el caos de una guerra civil. No era seguro estar en la calle durante el día, y la situación empeoraba aún más por la noche. Sin embargo, eso no impidió que Esperancita y su novio fueran a la iglesia. Aquella mañana de sábado, él condujo su motocicleta por la ciudad y la recogió temprano.
El plan era pasar todo el día en la iglesia. Después de que terminara el servicio de la tarde, subieron a la motocicleta para llevar a Esperancita a su casa. Ella vivía al otro lado de la ciudad, y ya estaba anocheciendo. Sintiéndose un poco inquietos por su seguridad en el camino a su casa, y sin saber si se encontrarían con una situación peligrosa o varias, decidieron seguir adelante. A medio camino, se encontraron en problemas…
Los autos iban en dirección opuesta, y había personas en la calle advirtiendo a los que venían en sentido contrario que dieran la vuelta porque había un tiroteo entre civiles y policías más adelante.
“¡Hay un tiroteo y están incendiando autos!”
De repente, apareció un desconocido en una motocicleta. Sin mucha introducción, les preguntó a dónde iban y luego les indicó que lo siguieran. “Conozco un camino”, dijo.
¿Qué crees que habrías hecho en una situación como esta?
“El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los defiende”
Aunque se sentían un poco aprensivos, no cuestionaron las órdenes del desconocido y lo siguieron. Cuando el desconocido tomó un atajo que no conocían, se sintieron aún más nerviosos, pero recordaron la promesa en el Salmo 34:7 “El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen y los defiende”.
El desconocido los llevó a través de un campo oscuro y solitario, rodeado de hierba alta a derecha e izquierda, sin casas, personas ni farolas alrededor. Oraron fervientemente mientras avanzaban por fe a través de ese territorio desconocido.
Después de seguir al hombre en la motocicleta durante treinta minutos, que parecieron una eternidad, de repente aparecieron luces frente a ellos. Se encontraron con un proyecto de viviendas sin terminar. El hombre misterioso los había guiado de manera segura al otro extremo de la ciudad.
Entonces, el motociclista se detuvo y les dijo que podían seguir el camino por su cuenta. La Biblia de Esperancita se cayó de su regazo mientras él les decía esto. En lo que ella y su novio se agachron para recogerla, escucharon la moto del desconocido arrancar. Al mirar hacia arriba, el desconocido había desaparecido. Lo más extraño es que estaban en un campo abierto, sin embargo, el hombre de la moto no se veía ni se oía por ninguna parte. Nunca vieron su rostro, ni supieron su nombre.
Si el desconocido en la motocicleta era un ángel sobre ruedas o no, no lo saben. Sin embargo, Esperancita y su ahora esposo saben que el Señor envió a sus ángeles para protegerlos y guiarlos hacia la seguridad esa noche.