¿Eres una persona flemática o tienes a una en tu vida? El temperamento flemático es, personalmente, uno de mis favoritos. Algunas de las personas más importantes en mi vida tienen el flemático como uno de sus temperamentos dominantes. Son la paz en medio del pánico y la calma después de la tormenta. Sin embargo, por mucho que los ame y admire, debo admitir que a veces me sacan de quicio, porque soy impaciente. No obstante, a pesar de su naturaleza discreta, no puedo imaginar la vida ni el mundo funcionando sin ellos.
A diferencia del sanguíneo, que prospera con la emoción, o del colérico, que avanza con determinación, la persona flemática camina por la vida con un espíritu tranquilo e inquebrantable. Son los pacificadores, los que te echan porras en silencio y las manos firmes en tiempos de caos. ¡Son un regalo de Dios para este mundo loco! Si eres flemática/o y estás leyendo esto, quiero que sepas que eres verdaderamente especial.
Aprovechando tus fortalezas
Las almas flemáticas poseen excelentes habilidades de escucha, lo que las convierte en un refugio seguro para los demás. Su lealtad inquebrantable construye relaciones profundas y duraderas. Se sienten contentos con lo simple, y con facilidad encuentran alegría en los pequeños momentos cotidianos. Como un cuerpo de agua tranquilo que refleja el cielo, su presencia trae paz a quienes los rodean.
Un buen ejemplo del temperamento flemático en la Biblia es Bernabé. Cuando Pablo, quien antes perseguía a los cristianos, fue recibido con escepticismo por la iglesia primitiva, Bernabé fue quien intercedió por él (Hechos 9:26-27). Fue un constructor de puentes, un apoyo y una fuerza silenciosa pero poderosa en la expansión del Evangelio.
Fortaleciendo tu relación con Jesús
Comprométete con la oración activa: En lugar de solo reflexionar, intenta tener tiempos de oración estructurados, escribir en un diario o interceder por otros.
Establece metas espirituales intencionales: Evita el estancamiento fijando objetivos en el estudio bíblico, la oración y el crecimiento personal.
Únete a grupos de estudio: Ser parte de un grupo pequeño puede ayudar a mantener la motivación y la disciplina espiritual.
Ideas de ministerio para el flemático
Equipo de oración intercesora: Apoyar a otros a través de una oración fiel y constante.
Apoyo en misiones y alcance: Ayudar con la planificación, organización y el ánimo a misioneros y equipos de evangelización.
Mentoría y discipulado: Guiar a nuevos creyentes en su camino de fe con paciencia y sabiduría.
Oportunidades de crecimiento
Tu naturaleza flemática que valora la paz puede a veces, llevarte a la pasividad. Con este temperamento, sueles evitar la confrontación a toda costa, incluso cuando es necesario decir la verdad. Tu naturaleza relajada puede hacer que te conformes con la comodidad en lugar de dar pasos de fe audaces. Aunque eres excelente apoyando a otros, puede que batalles con la motivación personal y la iniciativa en tu llamado.
Cuando Dios te llama a salir de tu zona de confort, recuerda que tu fortaleza no está en tus habilidades, sino en Aquel que te envía.
Querida flemática/o
Tu fuerza silenciosa refleja al Príncipe de Paz. Sigue caminando en Su amor y permite que Él te guíe hacia la plenitud de Su propósito para ti.
“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” – Mateo 5:9
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