The choleric spirit El espíritu colérico

El espíritu colérico

El colérico es mi temperamento secundario. Si este es uno de tus temperamentos dominantes, entenderás la intensidad del fuego con el que caminamos por la vida. La necesidad de ser siempre productiva y de perseguir logro tras logro te consume. Tienes una sed de justicia insaciable y no soportas la falta de ella. Tu determinación y pasión sirven como tu brújula, y a menudo te cuesta mantener la boca cerrada cuando algo o alguien te provoca. El fuego dentro de ti puede proteger tanto como puede destruir.

He pasado gran parte de mi vida tratando de contener esa llama implacable dentro de mí. ¡Y vaya que ha sido una lucha! Pero todo cambió cuando entendí que Dios puso ese fuego en mí con un propósito y que toda mi determinación y pasión podían ser usadas para Su gloria. Todo se trata de canalizarlo en la dirección correcta.

Rindiendo tu temperamento

Tener un espíritu colérico es un regalo, pero como todo don, debe ser rendido a Jesús. Tomemos como ejemplo al apóstol Pablo. Su transformación nos muestra que cuando un colérico somete su ímpetu, pasión y liderazgo a Dios, se convierte en una fuerza imparable para el Reino. La fuerte sed de justicia de Pablo dio un giro de 180 grados después de tener un encuentro personal con Jesús. Pasó de perseguir cristianos a convertirse en un defensor de los gentiles, enfrentándose a quienes intentaban imponerles cargas innecesarias (Gálatas 2:4-5). ¡Ese es el poder transformador del Espíritu Santo! Su propósito nunca será arrebatarte tu esencia, sino canalizarla para el bien.

Manteniendo tu relación con Jesús viva y dinámica

Los coléricos son muy orientados a la acción. Por esta razón, corren el riesgo de agotarse al servir a Jesús o al tratar de mantener viva la relación con Él. A veces, incluso descuidan a su familia y seres queridos en el proceso, lo cual es muy peligroso. Aunque involucrarse en la organización de eventos y llevar a cabo proyectos sociales puede ser satisfactorio para el colérico, también es esencial buscar un equilibrio entre la actividad, el descanso, el tiempo a solas con Jesús y los momentos de calidad con la familia y amigos. Recuerda, es maravilloso mantener a Jesús como tu enfoque principal y esforzarte por hacer cosas para Él, pero también es parte de tu misión ministrar las relaciones que Dios ha puesto en tu vida.

Ideas de ministerio para el colérico

  • Discipulado y mentoría: Guiar a nuevos creyentes y ayudarles a crecer en su fe.
  • Administración y organización en la iglesia: Manejar la logística de eventos y viajes misioneros.
  • Ministerios de defensa y justicia social: Alzar la voz por la justicia bíblica en áreas como misiones, y servicio comunitario.

Oportunidades de crecimiento

Los coléricos son conocidos por ser directos y francos, lo que a veces puede parecer brusco o rudo. Pablo mismo tuvo momentos de fuerte confrontación con otros. Una cuando reprendió a Pedro (Gálatas 2:11-14) y otra cuando tuvo un desacuerdo con Bernabé sobre Juan Marcos (Hechos 15:36-40). Si bien la verdad es esencial, la manera en que la expresamos también importa.

Para cultivar una comunicación más parecida a la de Cristo, el colérico puede:

  • Practicar la escucha activa antes de responder (Santiago 1:19).
  • Hablar con gentileza, incluso al corregir a otros (Proverbios 15:1).
  • Depender del Espíritu Santo para que sus palabras estén llenas de amor (Efesios 4:29).

¡La fuerza y determinación de tu espíritu colérico es un regalo! ¡Úsalo para el Reino!

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