Eligiendo bondad

Eligiendo bondad

La bondad marca la diferencia. Hizo la diferencia para Noemí y Rut, y también puede hacerla para ti y todos los que te rodean.

La situación de las viudas en su tiempo era desventajosa; después de la muerte de sus esposos, lo único que tenían era la una a la otra. Cuando Noemí decidió regresar a su tierra natal, les dijo a Rut y a Orfa, sus nueras, que volvieran con sus familias. Pero Rut se negó a dejarla. Ahora Noemí era su familia, y no la dejaría valiéndose por sí misma. La bondad de Rut hacia su suegra más tarde le fue devuelta a través de la bondad de Booz hacia ambas, Rut y Noemí. –Rut 4

Lo asombroso de la bondad es esto: tiende a tener un efecto bumerang.

El poder de la bondad

Según la ciencia, las personas que practican la bondad de manera regular experimentan una menor incidencia de ansiedad y depresión, y un mayor sentido de conexión con los demás. Realizar actos de bondad no solo beneficia a quienes te rodean, sino también a ti.

Cuando el sentimiento no es mutuo

Ser bondadoso es más fácil cuando recibimos bondad a cambio, pero ¿qué pasa cuando no es así? Aquí es donde la cosa se complica, (pero no se vuelve imposible) . En Lucas 6:27-28 Jesús dijo:

“Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan.”

Somos bondadosos sin importar qué, cuando entendemos que la bondad que Dios nos muestra cada día—sin importar qué—no es nuestra para quedárnosla, sino para compartir.

Siendo bondadoso

Empieza con las pequeñas cosas. La bondad no requiere un gran gesto, solo un poco de atención a los detalles. ¡Así que no nos quedemos atorados en la teoría y comencemos a practicar!

Aquí tienes siete ideas para un desafío de bondad de una semana:

Día 1: Felicita a alguien
Da un cumplido sincero a al menos tres personas diferentes hoy. Puede ser sobre su personalidad, habilidades o apariencia.

Día 2: Contacta a un viejo amigo
Contacta a alguien con quien no hayas hablado en un tiempo. Envíales un mensaje o llámales para hacerles saber que estás pensando en ellos.

Día 3: Ayuda a un extraño
Realiza un acto de bondad al azar para un extraño. Puede ser abrirle la puerta, ayudar a alguien a cargar sus compras o pagar por la cuenta de alguien en la caja.

Día 4: Escribe una nota de agradecimiento
Escribe una nota de agradecimiento sincera a alguien que haya impactado positivamente tu vida. Puede ser un amigo, familiar, maestro o compañero de trabajo.

Día 5: Dona o haz voluntariado
Dona artículos que ya no necesites a una organización benéfica o pasa algún tiempo como voluntario en una causa que te importe.

Día 6: Apoya a un negocio local
Visita una tienda o restaurante local y deja una reseña positiva en línea. Apoyar a los pequeños negocios es una excelente manera de contribuir a tu comunidad.

Día 7: Practica la autocompasión
Trátate con la misma bondad que has estado dando a los demás. Tómate un tiempo para relajarte, hacer algo que te guste o practicar el autocuidado.

La bondad es un fuego que viene de Dios. Cuando dejas que fluya a través de ti, se extiende a los demás, trayendo luz y calidez a quienes te rodean.

Elige ser bondadoso hoy; elige ser bondadoso siempre.

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