¡Es el comienzo de un nuevo año! Estamos al inicio de un nuevo libro, con páginas en blanco, frescas, ¡con ese aroma nuevo, y todo! ¡Qué emocionante, verdad?! El año pasado fue un año tanto de cosas nuevas y hermosas como de desafíos para mí. Este año viene con nuevas metas, bendiciones y responsabilidades. Aunque todo eso es muy emocionante, también me causa un poco de ansiedad encontrar la mejor forma de organizarme mientras mantengo a Jesús como mi máxima prioridad.
Mientras proceso todos estos sentimientos encontrados, me viene a la mente un viejo refrán que solían decir mis profesores en la universidad: “La única manera de comer un elefante es un bocado a la vez.”
Así que, para el devocional de hoy, quiero compartir contigo algunos consejos para gestionar tu tiempo de manera efectiva y mantener a Jesús como el número uno:
Comienza tu día con Dios
Mi mayor recomendación es establecer un tiempo específico y apegarse a él. Ya sea que decidas diez minutos, quince o treinta, depende de cada estilo de vida. Sin embargo, lo que más importa es tener tu tiempo con Dios como lo más importante dentro de tus prioridades.
Establece prioridades claras
Mi agenda es una de las cosas sin las que no puedo vivir. Escribir tu lista de cosas por hacer y dividirlas entre lo que “tienes que” y “debes” hacer puede ser muy útil. Hacerlo la noche anterior es aún mejor. Esto reducirá significativamente tu nivel de estrés y hará tu vida mucho más fácil.
Usa bloques de tiempo
Organizar tu lista de tareas por bloques de tiempo también es útil. Agrupar tareas las hará más manejables. Esto te permitirá planificar tu tiempo libre y de descanso más eficientemente y, por supuesto, mantenerte enfocada.
Aprende a decir “no”
Si te cuesta decir “no”, este es el año para empezar a aprender a hacerlo. Si bien sentirse útil, productivo y servicial está bien, debes recordar que eres solo un ser humano. Cuando ya tienes tu plato lleno y algo más aparece en el camino, pregúntate: “¿Esto tiene que hacerse de inmediato?” “¿Soy la única persona que puede hacerlo?” “¿Puede ser una responsabilidad compartida?”
Descansa en Su presencia
Parte de gestionar tu tiempo sabiamente es programar tiempo para descansar. Míralo como una inversión en tu productividad. Cuanto más productiva quieras ser, más intencional debes ser al reservar tiempo para descansar y respetarlo. Jesús descansó y renovó sus fuerzas a través del tiempo de calidad con Su Padre. ¡Dios sabía lo que hacía cuando nos dio un día especial de la semana para renovar nuestras fuerzas! Éxodo 20:8-11
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” – Mateo 6:33
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