protecting your energy protegiendo tu energía

Protegiendo tu energía

¿Quieres proteger tu energía? No se lo digas a nadie.

Probablemente has escuchado ese consejo antes. Ya sea sobre una oportunidad de trabajo, una relación, un proyecto creativo o algo por lo que has estado orando, existe ese temor silencioso de que decirlo en voz alta pueda atraer malas vibras o atención equivocada.

Debo admitir que yo también creí eso por mucho tiempo. Pero Dios me ha enseñado algo poderoso: el temor no debe guiar mi fe.

Buena energía, mala energía

Sí, es cierto: hay personas envidiosas. Gente que se incomoda con tu alegría o tu éxito. La Biblia está llena de historias así: Daniel, José, David—hijos de Dios que enfrentaron envidia y oposición.

Pero si creemos que Dios es soberano, entonces ninguna “energía negativa” humana puede detener lo que Él ya ha comenzado. Ninguna.

Un burro, una maldición y un ángel

Balac, el rey de Moab, estaba aterrorizado por la fuerza de Israel. Así que contrató a un profeta llamado Balaam para maldecirlos. Pero Dios tenía otros planes. Cada vez que Balaam abría la boca para maldecir, salían bendiciones.

No pasá una, ni dos veces, sino ¡tres veces!Números 22–24

Balac intentó detener lo que Dios había bendecido—pero fracasó. Porque nadie puede anular el favor del Señor.

Una anciana, un hombre malvado y un pan

Recuerdo una historia sobre una viejita pobre y fiel que oraba siempre en su ventana. Su vecino, un incrédulo amargado, se burlaba de ella constantemente.

Un día, ella oró por pan. Él escuchó y decidió jugarle una broma pesada. Le lanzó un pan por la ventana, buscando ridiculizar su fe.

Pero cuando la señora abrió los ojos, y vio el pan alabó a Dios diciendo: “Gracias, Señor, porque aún usas a un hombre malvado para bendecirme.”

Este es un poderoso recordatorio para ti hoy: “Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?” – Romanos 8:31

Un asunto de equilibrio

Esto no significa que no debamos ser sabios con lo que compartimos. Pero no podemos dejar que el temor dirija lo que la fe debe dirigir. La sabiduría es guiada por el Espíritu. El temor es esclavitud.

No caminas por la vida desprotegida—estás cubierta por gracia y rodeada de favor. Tus planes pueden no salir como imaginas, pero las promesas de Dios no son frágiles.

Él no necesita tu silencio para proteger su voluntad. Él desea que tengas fe.

Así que habla con propiedad. Camina con valentía. Y recuerda: nadie puede maldecir lo que Dios ya ha bendecido.

“Ninguna arma forjada contra ti prosperará…Esta es la herencia de los siervos de Jehová” – Isaías 54:17

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