Un mensaje para el joven cristiano que nunca se ha “rebelado”
No, no necesitas atravesar una etapa de “rebeldía” para poder experimentar una conversión real.
Ya sea que hayas pasado toda tu vida envuelto en actividades de iglesia, o hayas vivido una vida de calle, de todas maneras necesitas a Jesús. Todos necesitamos a Jesús en la misma medida.
Sé que a veces, por alguna razón, aquellos testimonios que incluyen una etapa de rebeldía parecieran ser más reales y convincentes. De hecho, a veces pareciera que mientras más “oscuro” el pasado, más “real” la conversión. Pero por favor, no compres la falsa idea de que, para poder experimentar una verdadera conversión en Jesús debes primero alejarte de Él.
¿Alguna vez has sentido que tu testimonio no es la gran cosa simplemente porque naciste y fuiste criado en la iglesia? Pues, ¿adivina qué? ¡lo es! Y la razón no eres tú, sino la sangre preciosa que Cristo vertió en el calvario para salvación de todos los pecadores.
Simplemente porque naciste y fuiste criado en la iglesia, no significa que no necesites pasar por un proceso de conversión. No importa si has estado en la iglesia desde que tienes uso de razón o si apenas escuchaste de Jesús por primera vez, ya adentrado en tus años de retiro. El proceso de conversión es un proceso único para cada quien por el cual todos debemos pasar.
Querido amigo, querida amiga…
Tu vida es un testimonio para los demás, grandes y chicos. La Biblia dice que somos como cartas abiertas al mundo. Ya sea que tu proceso de conversión haya sido precedido por un “pasado muy oscuro” o por “una niñez cristiana”, tu testimonio es de gran beneficio para quienes se identifican con él. Y siempre va a haber alguien que se identifique con tu testimonio.
Si tú eres un joven o señorita que nunca se ha “rebelado” a los caminos del Señor, y a veces se pregunta cómo se sentiría hacerlo, por favor, saca esos pensamientos de tu mente.
Puedes ahorrarte el dolor y el sufrimiento de las consecuencias de la rebeldía.
Se que a veces cuando uno es joven, pareciera como que uno tiene tiempo de sobra para rebelarse por un rato y luego volver a los caminos del Señor, pero el mañana nunca está prometido. Nunca volverás a tener la fuerza y energía que tienes ahora. Fuerza y energía que puedes usar para Jesús.
Es cierto que Dios siempre estará contento de tomarte de regreso, ¿pero no seria de mejor provecho entregarle la mejor etapa de tu vida?
Te exhorto a que continúes siendo un ejemplo a seguir. Que a través de tus palabras y acciones, otros puedan ser atraídos hacia Cristo. Nunca olvides que según 1 Pedro 2:9 eres real sacerdocio y pueblo escogido. Tú eres la luz del mundo y la sal de la tierra. Así que deja que tu luz brille dondequiera que vayas 🙂