Aprender a mantener mi equilibrio en la bicicleta a los cinco años se veía como rodillas perpetuamente raspadas, mucha rabia y frustración. Pero luego un día dejó de mirarse así. No dejó de verse así porque me rindiera, sino porque mi abuelo intervino. Debe haberme encontrado una tarde calurosa de verano afuera de la casa con las rodillas ensangrentadas, tirándome los cabellos, gritándole al suelo y lanzando mi bicicleta enojada contra la pared. Bueno, tenía cinco años, estoy bastante segura de que fue algo así. Sin embargo, lo que hizo después es algo que nunca olvidaré.
Con toda la paz interior que me faltaba, él dijo: “Te enseñaré a andar en bicicleta sin que te raspes las rodillas nunca más. ¡No te preocupes, aprenderás en poco tiempo, ya verás!”
Él le quitó los pedales a mi bicicleta. Luego, en un par de semanas estaba lista para que los volviera a colocar. No hubo más rodillas raspadas, rabia o frustración en el departamento de ciclismo.
Como jóvenes adultos, mantener el equilibrio con todo lo que sucede en nuestra vida puede ser desafiante. El trabajo, los estudios, las relaciones, la familia, los amigos, los pasatiempos, la alimentación saludable, el ejercicio, el descanso. ¡Y a la vez mantenerte bien hidratado! Un día de veinticuatro horas no parece ser suficiente para todo lo que requiere nuestra atención y dedicación.
Y aquí es cuando entran en juego las prioridades
Querer hacer muchas cosas y lograr todo no es algo malo. Sin embargo, puede convertirse en algo malo cuando tu bienestar está en juego. ¿No estás comiendo o durmiendo adecuadamente? ¿Tu estado emocional está comenzando a afectar tu relación con Dios, contigo mismo o con los demás? Entonces podrías decir que tu bienestar está en juego.
Si últimamente te sientes abrumado por todas las cosas en tu lista de tareas…
Tal vez sea hora de reevaluar tus prioridades e identificar tus “pedales” actuales.
Quitar los pedales de tu bicicleta aunque sea por un momento podría ser justo lo que necesitas para tener la mentalidad y la energía para dominar el equilibrio. Antes de que te des cuenta, estarás listo para volver a ponerlos.
Recuerda, sin embargo, mantener a Dios como el número uno en todo lo que haces o planeas, y las cosas caerán en su lugar a su debido tiempo.
Pero busquen primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
-Mateo 6:33
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