Ella siempre se sintió no amada. Al crecer con un padre narcisista, cuyas necesidades, ideas y opiniones estaban por encima de las de todos los demás, aprendió desde muy pequeña a mantenerse al margen, no interferir y no contradecirlo.
Cuando su padre decidió casarla con el prometido de su hermana, la idea de tener algún día un esposo amoroso dejó de estar a su alcance. Viviría el resto de sus días bajo la sombra de su hermana, persiguiendo el amor de un hombre que nunca la amaría y que siempre la resentiría por haber participado junto con su padre en engañarlo.
De todas las mujeres en la Biblia, siempre he pensado que la historia de Lea es una de las más tristes.
No importaba lo que hiciera. No importaba cuántos hijos diera a luz (algo que, en su tiempo, erróneamente se vinculaba con el valor de una mujer), Jacob nunca la amaría.
Su obsesión por “ganarse” el amor de Jacob la llevó a tomar decisiones poco sabias en su vida. ¡Si tan solo hubiera sabido que su valor como mujer y ser humano no dependía de su relación con Jacob, sino que se encontraba en Dios!
Ya sea que estés en una relación o no, quiero recordarte que tu valor no se encuentra en una relación. Tu valor no depende de la atención que alguien te dé o de su disposición a hacer cosas amables por ti.
¿Te sientes no amada? Quizás este sea un buen momento para prestar atención a tu estilo de apego.
Desarrollando un estilo de apego saludable según la Biblia
Aquí tienes 8 consejos para construir un estilo de apego saludable basado en la Biblia:
Encuentra seguridad en el amor de Dios (1 Juan 3:1)
Reconoce que tu valor y seguridad están arraigados en el amor incondicional de Dios. Este fundamento ayuda a reducir la necesidad de reafirmaciones constantes o la dependencia poco saludable de otros.
Sana heridas del pasado a través del perdón (Efesios 4:32)
Superar las luchas con el apego a menudo requiere perdón. Ya sea perdón hacia ti mismo, hacia otros o hacia experiencias pasadas. Pide la ayuda de Dios para perdonar y avanzar con un corazón renovado.
Cultiva una comunicación saludable (Efesios 4:29)
Practica la comunicación abierta y honesta en tus relaciones. Un estilo de apego centrado en Cristo prospera al edificar a los demás en amor. No busca fomentar el miedo o el control.
Elige la confianza sobre el miedo (1 Juan 4:18)
Deja que el perfecto amor de Dios te ayude a superar el miedo al abandono o al rechazo. Confía en que Dios te guiará hacia relaciones que reflejen Su amor.
Establece límites (Mateo 5:37)
Los apegos saludables requieren límites claros. Seguir el ejemplo de Jesús al equilibrar el amor con la verdad garantiza relaciones mutuamente respetuosas y honrosas.
Modela tus relaciones según Cristo (Filipenses 2:3)
Jesús demostró abnegación y humildad en sus relaciones. Esfuérzate por acercarte a los demás con la misma mentalidad, mostrando gracia y amor incluso en circunstancias desafiantes.
Confía en la fortaleza de Dios (Filipenses 4:13)
Cambiar los estilos de apego es un trabajo arduo. Apóyate en Dios para encontrar la fortaleza que necesitas para crecer. Permite que Él te ayude a reflejar Su amor en cada relación.
Rodéate de buenas amistades (Hebreos 10:24)
Busca amistades y relaciones centradas en Cristo que fomenten el crecimiento emocional y la rendición de cuentas.
La próxima vez que te sientas no amada, quiero invitarte a anclar tu salud emocional y tu estilo de apego en la verdad de Dios. Puedes desarrollar patrones saludables que reflejen Su diseño para el amor y la conexión. ¿Cuál de estos consejos resuena más contigo?
*Este devocional está basado en Génesis 29-30
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